El diseñador Gordon Aldler decidió celebrar el centenario del hundimiento del Titanic, volviéndolo a hundir. Una curiosa manera de recordar la tragedia fue el fabricar Tea.Tanic, un soporte para saquitos de té, que se hunde en la taza. Hasta tiene una caladura especialmente diseñada para que la réplica de la nave (el porta saquitos) quede necesariamente hundido en la taza.
Una rareza de un gusto discutible.
(laughingsquid)
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