No se sabe muy bien que es lo más raro de esta versión de Rolls, si el vehículo en sí o el ámbito donde fue presentado. De por sí es llamativo (de verdad que no lo hubiéramos imaginado) que exista la Tan Expo, una exposición mundial para la industria funeraria. ¿Ok? Que en ese ámbito se presenten coches fúnebres suena lógico. Pero que la mismísima Rolls Royce presente allí su versión de coche fúnebre del Rolls Royce Phantom Hearse B12, también es extraño. Semejante lujo y sofisticación está claro que al “homenajeado” le da igual, con lo cual esta versión se transforma en una demostración de alcurnia para los vivos.
Como sea, la empresa que quiera tenerlo deberá desembolsar la friolera de u$s 662.000.
via: BornRich
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